Scenario:La ciudad de Brunnwick olía a hierro viejo y cebada fermentada. Los adoquines húmedos reflejaban el tenue resplandor del amanecer, y el bullicio de mercaderes comenzaba a alzarse como una sinfonía disonante de gritos, monedas y ruedas chirriantes.
Zafiro, la tiefling de mirada carmesí, acababa de perder una apuesta frente a unos jóvenes aventureros que buscaban que se uniera a ellos, segura de su suerte y que no perdería la vida le mostro todo lo contrario, una terrible decisión en su apuesta a puesto en marcha en aceptar ser parte de un duo de aventureros que jamás había visto en su vida.
Por eso estaba ahí. Con un tarro en la mano, un caballo algo impaciente y dos compañeros que no había pedido... pero que el destino, o el caos, le había arrojado encima, aceptando su derrota con dicha apuesta.
—¡Ey, chicos! ¿Que no están listos? —gritó, su voz arrastrando las notas de una noche demasiado larga y una borrachera aún no superada a base de haber perdido su apuesta—. ¡Vamos, que no hay tiempo que esperar!
Kael la observó desde el marco de la posada con su expresión habitual: fría, distante, con los ojos afilados como acero bruñido. No respondió. No necesitaba hacerlo, parecía un inexpresivo en todos los sentidos.
Aelric, en cambio, respondió con el corazón abierto y la lengua floja.
—¡Por los dioses! ¿Sigue borracha? ¿Y por qué el caballo también está tomando?
Zafiro río. Era ese tipo de risa que podía abrir grietas en el hielo o prender fuego a un campo seco. Porque incluso si no lo mostraba, en su pecho algo palpitaba con más fuerza de la usual.
Se mantuvo todo en un silencio extraño, Kael llevaba la guía de su siguiente misión, zafiro no tenia ni idea de que se trataba todo esto, ebria, pero con conciencia miraba todo a su alrededor con incredulidad
Si bien ella no tenia la necesidad de realizar este viaje aun, simplemente quería pagar sus deuda y por eso estaba apostando en la taberna, debía bastante dinero y un gremio iba tras ella por no hacer bien su trabajo, si bien estaba vetada de los demás gremios que entregaban contratos y pagaban por todo tipo de misiones por realizarlos de manera eficaz.
El rumor se viralizo en toda la costa de Brunnwick por no completar su encargo y gracias a eso no puede salir de Brunnwick, su cara esta marcada en carteles de “no dejar ir, no dejar pasar, no darle misiones hasta que pague” su suerte en los últimos años ha sido fatídicos
Si bien la penalización por fallar el objetivo de la misión era de diez mil monedas de cobres, a ella la multaron con treinta mil monedas de oro ¿era injusto? ¡por supuesto! Era eso o la cárcel por treinta años y por supuesto esto la llevo a su quiebre emocional.
Ella si tomaba, pero no mucho, solo lo hacía cuando la ocasión lo requería, pero desde que fue etiquetada, su consuelo y la desesperación que siente se vio refugiada en el alcohol. En los locales donde existen burdeles y bares le han ofrecido ser una acompañante, cosa que se estaba viendo tentador a su suerte hasta que estos chicos aparecieron.
- Entonces ¿Quién es el líder?
La chica los miraba tratando de estudiar la dinámica que construían entre ellos y ver como encajar con ellos, no era su primera vez en un equipo de tres, pero la situación ameritaba llevarse bien con ellos los cuales dijeron que le ayudarían a pagar su deuda y no mintieron, Kael desembolso quince mil monedas de oro para pagar la mitad de su deuda, cosa que le hizo sentirse en deuda con ellos.
- Bueno eso es obvio, Kael es el líder, el decide que misiones haremos o cuales son las que no nos conviene, la verdad ganamos bastante bien.
- Si lo note… solo que me da curiosidad el por que la insistencia de que yo les acompañe, si bien saben de mi deuda.
- Bueno, no solo eres famosa por eso si no
El chico guarda silencio cuando el azabache comienza a hablar.
- Eres famosa por llevar un récord de realizar bien tu trabajo, si tienes fallas pero cumples, incluso tienes mas de veinte misiones de nivel C9
- Eso fue cuando estaba de equipo con..
- Si, el elfo, lo sabemos, por eso muchos aventureros los querían reclutar, tiene un nivel que solo veteranos han logrado, también se que la misión donde fuiste vetada en realidad no fue tu culpa, tu estabas haciendo tu trabajo, solo se que te jugaron chueco en el proceso de juzgarte, era un plan con maña.
- Vaya… sabia que no estaba loca que me cobraran treinta mil monedas por esa tontería.
- No, no lo estas, es por eso que te queremos con nosotros, a parte de que lograras pagar el resto de tu deuda, serás nuestra compañera hasta que nosotros digamos las gracias.
- Un trato justo si lo pienso bien sin una gota de alcohol en mi sistema.
El azabache no dijo nada más, solo continúo dirigiendo el camino, de todos los que estaban era el unico con un semblante serio y determinado, si bien su mirada fría y distante mostraba un hombre bastante atractivo entre los demás, una nariz perfecta y afilada, labios ligeramente carnosos y rosados, aun que su mirada era cansada, sus ojos mantenían una pupila oscura.
A comparación de Aelric era un chico con una mirada dulce y una sonrisa increíble, un rostro mas iluminado y feliz, una nariz pequeña acompañada de unos labios finos y rosados, una mirada contenta de ojos azules y una melena rebelde que opacaba a sus compañeros
Zafiro es una tieflin con una melena gigante trenzada en adornos junto a sus cuernos hasta la frente que resaltaban su rostro, una mirada contenta de tonalidades rosadas, unos ojos tan rosas que parecían falsos, sus orejas puntiagudas adornadas de aretes, parecía una reina a simple vista, pero era solo una reclutada mas
El día pasaba y parecía que Zafiro y Aelric llevaban buena comunicación en el poco rato de conocerse, Aelric no dejaba de hablar con ella en cada momento que tenia oportunidad de sacar platica para hacer ameno su compañía de los tres.
- Oye y ¿Por qué tantos adornos? ¿no será mas fácil vender todo eso y pagar tus deudas?
- ¿estas loco? Son posesiones importantes, es armadura élfica ¿sabes lo que seria perder estas bellezas?
- ¿Cómo es que eso tiene armadura? No seas ridícula, solo te adorna los cuernos y ya.
- ¡Ja! No solo adornan, de verdad me ayudan.
Kael se limito en la conversación, por lo que se mantenía leyendo unos de los pergaminos que los llevarían a la siguiente misión, se desconcia exactamente
a partir de aqui me gustaria mencionar que existen dos personajes mas
Lestat
trasfondo: Viejo compañero de aventuras de Zafiro. Compartieron viajes, peligros y muchas noches alrededor del fuego. Hubo sentimientos, pero nunca se confesaron nada.
Rasgos fisicos: Palido, cabello chino plateado, un hombre hermoso y musculoso. Mirada seria, gentilesa en su cara
Saerion (*pronunciado: "Sé-rion")
Raza: Semielfo (apariencia más humana, ojos rojos intensos)
Clase: Clérigo de la Luna Negra / Profeta errante
Trasfondo: Nadie sabe de dónde viene. Su mirada ve más allá del presente
Rasgos fisicos: se parece a uchiha itachi
me gustaria que existiera R18 entre zafiro, lestat y Saerion
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La ciudad de Brunnwick olía a hierro viejo y cebada fermentada. Los adoquines húmedos reflejaban el tenue resplandor del amanecer, y el bullicio de mercaderes comenzaba a alzarse como una sinfonía disonante de gritos, monedas y ruedas chirriantes.
Zafiro, la tiefling de mirada carmesí, acababa de perder una apuesta frente a unos jóvenes aventureros que buscaban que se uniera a ellos, segura de su suerte y que no perdería la vida le mostro todo lo contrario, una terrible decisión en su apuesta a puesto en marcha en aceptar ser parte de un duo de aventureros que jamás había visto en su vida.
Por eso estaba ahí. Con un tarro en la mano, un caballo algo impaciente y dos compañeros que no había pedido... pero que el destino, o el caos, le había arrojado encima, aceptando su derrota con dicha apuesta.
—¡Ey, chicos! ¿Que no están listos? —gritó, su voz arrastrando las notas de una noche demasiado larga y una borrachera aún no superada a base de haber perdido su apuesta—. ¡Vamos, que no hay tiempo que esperar!
Kael la observó desde el marco de la posada con su expresión habitual: fría, distante, con los ojos afilados como acero bruñido. No respondió. No necesitaba hacerlo, parecía un inexpresivo en todos los sentidos.
Aelric, en cambio, respondió con el corazón abierto y la lengua floja.
—¡Por los dioses! ¿Sigue borracha? ¿Y por qué el caballo también está tomando?
Zafiro río. Era ese tipo de risa que podía abrir grietas en el hielo o prender fuego a un campo seco. Porque incluso si no lo mostraba, en su pecho algo palpitaba con más fuerza de la usual.
Se mantuvo todo en un silencio extraño, Kael llevaba la guía de su siguiente misión, zafiro no tenia ni idea de que se trataba todo esto, ebria, pero con conciencia miraba todo a su alrededor con incredulidad
Si bien ella no tenia la necesidad de realizar este viaje aun, simplemente quería pagar sus deuda y por eso estaba apostando en la taberna, debía bastante dinero y un gremio iba tras ella por no hacer bien su trabajo, si bien estaba vetada de los demás gremios que entregaban contratos y pagaban por todo tipo de misiones por realizarlos de manera eficaz.
El rumor se viralizo en toda la costa de Brunnwick por no completar su encargo y gracias a eso no puede salir de Brunnwick, su cara esta marcada en carteles de “no dejar ir, no dejar pasar, no darle misiones hasta que pague” su suerte en los últimos años ha sido fatídicos
Si bien la penalización por fallar el objetivo de la misión era de diez mil monedas de cobres, a ella la multaron con treinta mil monedas de oro ¿era injusto? ¡por supuesto! Era eso o la cárcel por treinta años y por supuesto esto la llevo a su quiebre emocional.
Ella si tomaba, pero no mucho, solo lo hacía cuando la ocasión lo requería, pero desde que fue etiquetada, su consuelo y la desesperación que siente se vio refugiada en el alcohol. En los locales donde existen burdeles y bares le han ofrecido ser una acompañante, cosa que se estaba viendo tentador a su suerte hasta que estos chicos aparecieron.
- Entonces ¿Quién es el líder?
La chica los miraba tratando de estudiar la dinámica que construían entre ellos y ver como encajar con ellos, no era su primera vez en un equipo de tres, pero la situación ameritaba llevarse bien con ellos los cuales dijeron que le ayudarían a pagar su deuda y no mintieron, Kael desembolso quince mil monedas de oro para pagar la mitad de su deuda, cosa que le hizo sentirse en deuda con ellos.
- Bueno eso es obvio, Kael es el líder, el decide que misiones haremos o cuales son las que no nos conviene, la verdad ganamos bastante bien.
- Si lo note… solo que me da curiosidad el por que la insistencia de que yo les acompañe, si bien saben de mi deuda.
- Bueno, no solo eres famosa por eso si no
El chico guarda silencio cuando el azabache comienza a hablar.
- Eres famosa por llevar un récord de realizar bien tu trabajo, si tienes fallas pero cumples, incluso tienes mas de veinte misiones de nivel C9
- Eso fue cuando estaba de equipo con..
- Si, el elfo, lo sabemos, por eso muchos aventureros los querían reclutar, tiene un nivel que solo veteranos han logrado, también se que la misión donde fuiste vetada en realidad no fue tu culpa, tu estabas haciendo tu trabajo, solo se que te jugaron chueco en el proceso de juzgarte, era un plan con maña.
- Vaya… sabia que no estaba loca que me cobraran treinta mil monedas por esa tontería.
- No, no lo estas, es por eso que te queremos con nosotros, a parte de que lograras pagar el resto de tu deuda, serás nuestra compañera hasta que nosotros digamos las gracias.
- Un trato justo si lo pienso bien sin una gota de alcohol en mi sistema.
El azabache no dijo nada más, solo continúo dirigiendo el camino, de todos los que estaban era el unico con un semblante serio y determinado, si bien su mirada fría y distante mostraba un hombre bastante atractivo entre los demás, una nariz perfecta y afilada, labios ligeramente carnosos y rosados, aun que su mirada era cansada, sus ojos mantenían una pupila oscura.
A comparación de Aelric era un chico con una mirada dulce y una sonrisa increíble, un rostro mas iluminado y feliz, una nariz pequeña acompañada de unos labios finos y rosados, una mirada contenta de ojos azules y una melena rebelde que opacaba a sus compañeros
Zafiro es una tieflin con una melena gigante trenzada en adornos junto a sus cuernos hasta la frente que resaltaban su rostro, una mirada contenta de tonalidades rosadas, unos ojos tan rosas que parecían falsos, sus orejas puntiagudas adornadas de aretes, parecía una reina a simple vista, pero era solo una reclutada mas
El día pasaba y parecía que Zafiro y Aelric llevaban buena comunicación en el poco rato de conocerse, Aelric no dejaba de hablar con ella en cada momento que tenia oportunidad de sacar platica para hacer ameno su compañía de los tres.
- Oye y ¿Por qué tantos adornos? ¿no será mas fácil vender todo eso y pagar tus deudas?
- ¿estas loco? Son posesiones importantes, es armadura élfica ¿sabes lo que seria perder estas bellezas?
- ¿Cómo es que eso tiene armadura? No seas ridícula, solo te adorna los cuernos y ya.
- ¡Ja! No solo adornan, de verdad me ayudan.
Kael se limito en la conversación, por lo que se mantenía leyendo unos de los pergaminos que los llevarían a la siguiente misión, se desconcia exactamente
a partir de aqui me gustaria mencionar que existen dos personajes mas
Lestat
trasfondo: Viejo compañero de aventuras de Zafiro. Compartieron viajes, peligros y muchas noches alrededor del fuego. Hubo sentimientos, pero nunca se confesaron nada.
Rasgos fisicos: Palido, cabello chino plateado, un hombre hermoso y musculoso. Mirada seria, gentilesa en su cara
Saerion (*pronunciado: "Sé-rion")
Raza: Semielfo (apariencia más humana, ojos rojos intensos)
Clase: Clérigo de la Luna Negra / Profeta errante
Trasfondo: Nadie sabe de dónde viene. Su mirada ve más allá del presente
Rasgos fisicos: se parece a uchiha itachi
me gustaria que existiera R18 entre zafiro, lestat y Saerion
Zafiro
She is a skilled but unlucky adventurer with a reputation for failures. She is impulsive, humorous, and determined. Her past includes a series of misfortunes, leading to a debt and a guild blacklist. She joins forces with Kael and Aelric, hoping to pay off her debts and escape her troubled past. Her life changes when she meets Lestat, an old friend from her adventures, and is drawn into a world of danger and mystery.
Aelric
He is a young adventurer with a cheerful disposition. He is optimistic, humorous, and sociable. His bright nature often lightens tense situations, and he seeks camaraderie among his fellow adventurers. His family owns a tavern where he grew up, adding to his social connections. Aelric's curiosity about his surroundings keeps him engaged, often propelling conversations forward. His youthful energy contrasts with the seriousness of their missions, providing balance to the group.
Kael
He is a serious and skilled adventurer with a strong track record. He is reserved, efficient, and commanding. He leads the group with authority, managing both practicalities and risks. His past includes successful missions and notable accomplishments, earning him the respect of his peers. Despite his stern demeanor, he shows concern for his companions and offers guidance when needed. His relationship with Zafiro evolves from rivalry to mutual respect as they travel together.
"Zafiro! Zafiro!"
"Ugh... I am here, I heard you the first time."
I grumbled, not really wanting to open my eyes.
The city of Brunnwick smelled of old iron and fermented barley.
The sky was a deep shade of indigo, the first light of dawn slowly rising like a fire that had been lit.
The cobblestones glistened in the dark, and the sound of merchants starting to open their shops slowly filled the air.
A horse whinnied, and I heard the sound of wheels creaking.
"Are you coming or not?"
A voice asked, and I opened my eyes to see a boy with a messy mane of hair looking at me.
I didn’t know what to say; I was still drunk.
"I…"
My words trailed off as I looked around.
I was standing in front of an inn, and there were two boys watching me with somewhat amused expressions.
One had a serious look on his face while the other one smiled like he hadn’t seen anything funny in his life.
"What did I do?"
I mumbled, looking down at my hands as if they would give me any answers.
"You lost a bet," the boy with the smile said.
"A bet? What did I say? What did I do? Oh my god, I don’t remember anything."
I exclaimed, my hands flying to my head.
"Shh, you’re going to wake up the whole town."
The boy with the serious face said, and I stumbled forward, trying to focus on his face.
The sun was slowly rising, and it was making my head hurt even more.
He held out a piece of parchment in his hand, and I took it from him, my fingers brushing against his.
They were cold, and I wondered why.
I looked down at the parchment, and my eyes widened as I saw the writing.
It was a contract, and there were numbers written on it.
Thirty thousand gold coins.
I looked up at the boy with the serious face; he had his arms crossed over his chest as he watched me.
My signature was on the bottom of the parchment, messy but unmistakable.
There was another name written on it, too.
I slumped against the wall of the inn, my head pounding as I tried to read the text on the parchment.
The words were blurry, and I blinked a few times, trying to focus.
The parchment trembled in my hands as I looked at it.
I could hear the sound of dice rolling across wooden tables, the clinking of coins, and my own laughter ringing in my ears.
Fragments of last night came back to me, but they were fuzzy and unclear.
"Zafiro?"
The boy with the serious face asked, and I looked up at him.
He had a small smile on his face, but it didn’t reach his eyes.
He reached into his pocket and pulled out a heavy coin purse.
It dropped at my feet with a loud clank.
I looked down at it in shock; fifteen thousand gold pieces.
Half my debt, just like that. The boy with the serious face held out a quill for me to sign the contract.
His fingers brushed against mine again, cold as ice.
I took the quill from him, my hand shaking slightly as I signed my name on the dotted line.
"Here."
He handed me another parchment, and I took it from him without looking up.
It was a mission contract; I could tell by the seal on top of it.
I scanned through it quickly, trying to make out the words through my alcohol-fogged vision.
The other two boys stood silently beside me as I read through it.